Cynthia Carllinni en el Centro Cultural Borges: entre el absurdo y la nostalgia
El arte de Cynthia Carllinni tiene la potencia de lo intangible. Su obra no se limita a la materialidad de los objetos, sino que se construye en el aire, en la memoria, en esos pequeños gestos que solemos pasar por alto pero que, cuando se los ilumina en escena, revelan una profundidad conmovedora. En Tiene que haber algo mejor después del horizonte, la artista nos sumerge en un universo donde el espectáculo de variedades se mezcla con el freak show, la docu-serie familiar y un comedor lleno de papas, transformando lo cotidiano en una experiencia de múltiples capas.

Desde el miércoles hasta el domingo, en la Sala Borges del Centro Cultural Borges, la propuesta de Carllinni se despliega en un espacio donde el absurdo es engranaje y la nostalgia, un loop interminable. La evocación de su abuela peluquera inmigrante es el punto de partida de un recorrido en el que la memoria personal dialoga con lo colectivo. Allí aparecen fragmentos de promesas rotas, canciones con un dejo arrabalero y la espera de una llamada que nunca llega. Entre la risa y el llanto, entre lo íntimo y lo espectacular, la obra construye un territorio en el que el tiempo parece suspendido, donde se trabaja y se llora a la vez.
La curaduría de Joaquín Barrera acompaña esta propuesta que, más que una exhibición, es una experiencia sensorial y emocional. La entrada es libre y gratuita, permitiendo que el público se acerque a un arte que interpela desde lo más simple y, a la vez, desde lo más profundo.
Tiene que haber algo mejor después del horizonte se presenta en el Espacio Borges, de miércoles a domingo, de 14 a 21 h, en Viamonte 525, CABA. Un viaje a través de la memoria, el artificio y la poética del desencuentro que no se puede dejar pasar.