Estuvo preso tres años, acusado de asesinato, pero en el juicio se comprobó que era inocente y ahora va por su revancha
La historia de Walter Ricardo Aguerrido es de novela. Dueño del restaurante Pietro, en Mar del Plata, su vida cambió para siempre en agosto de 2001 cuando fue detenido acusado del crimen de Ezequiel Guasone, un empresario de 48 años, quien le había comprado el fondo de comercio de su local y apareció muerto unos días después de esa operación.
Aguerrido pasó tres años preso, nueve meses en la cárcel de Batán y el resto con arresto domiciliario, pero cuando llegó al juicio, que se hizo por jurados, fue absuelto por unanimidad y hoy va por su revancha.
El caso ahora entra en una nueva etapa y Aguerrido está representado por el Doctor Matías Morla quien se hizo cargo de este proceso en el que se buscará al responsable del crimen pero que también incluye el daño civil para resarcir a Aguerrido por los tres años que estuvo privado de su libertad. “En Batán viví un verdadero infierno y me quedé sin un centavo porque tuve que pagar para estar vivo”, cuenta. Una historia de película que ahora busca un nuevo final.