El desborde es ley: “Croquembuch” y la genialidad de Nina Dell’ Oca
Perla y Amanda. Vecinas impecables, barrocas y coquetas. Viven en zona paqueta. Se cruzan de vez en cuando comprando masas finas por el barrio. Su desborde y delirio se oculta entre bochinche sofisticado, o eso piensan ellas. ¿Cuánto barro y pasión caben en un par de uñas recién hechas?
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“Esta es una obra inspirada en todo lo apasionante, soberbio, absurdo, humano, barroco e irreverente, en Sandro de América, en mi tía Perla y sus delirios de grandeza y en aquello que nunca pasó de moda. Mi pequeño homenaje a Almodóvar, lleno de estridencias, delirio y verdad. Una muestra del violento e irracional amor romántico, una ventana hacía las reacciones primitivas y un gusto que me encanta darme.
Esta obra está regida por el deseo y escrita por mí.”
“Croquembuch” parte de características e historias de mi tía abuela Amanda Leonor Mayran, esa chiquita a la que se le metió una perlita en la nariz y desde ese momento todos la apodaron Perla. Ella, fuente inagotable de anécdotas familiares y relatos desopilantes, quebrantó con su mera existencia el umbral entre realidad y ficción. Siendo incorrecta, despiadada y encantadora construyó un personaje más que atrapante, repudiable muchas veces, e hipnótico otras tantas. Empecé a escribir dejando que su universo me permitiera abrir otros universos más, mezclé todo eso e hice una ensalada ecléctica que mantiene intacta su esencia, sus metas, sus pasiones y sus miserias más profundas.
Abarcó y apretó tanto que fue necesario desglosar su personalidad en dos. Dos actrices en escena, cumpliendo roles distintos, pero originadas desde la misma fuerza creadora: mi tía.
Un personaje se llama Perla y el otro Amanda, las dos salidas de la misma costilla, se bifurcan y hacen lío en escena. Esta premisa me sirvió para empezar a plantear la obra: ambas nacen del mismo lugar, aunque sean personajes distintos que no se conocen en profundidad ni se imitan. Solo un ser multifacético como lo fue ella, permite esto. Había tela pal’ disfraz.
Dramaturgia, dirección y producción: Nina Dell’ Oca
Asistencia de dirección: Florencia Conti
Asistencia de producción: Andrés Rabinovich y Erica Rabinovich.
Elenco: Cecilia Colombo, Vanesa Diaz, Florencia Conti
Diseño y realización de vestuario: Erica Rabinovich
Diseño y realización de escenografía: Erica Rabinovich
Diseño de luces: Alejandro Velazquez
Sonido: Gabriel Ferreyra
Voz en off: Federico Heguy
Diseño de maquillaje: Julieta Silva
Contenido audiovisual: Canela Velazquez y Camilo León Del Rio.
Video: De una (Marketing digital)
Fotografía: Nina Dell’ Oca
Dramaturgia y puesta en escena:
La dramaturgia de esta obra fue construida con retazos. Retazos de frases y hechos reales que funcionaron como disparadores a la hora de escribir el material completo. El texto busca ser descriptivo, minucioso, incorrecto y sincero. Usando palabras, comentarios y temáticas que, a simple vista, podrían parecer frívolas, cuando lo que hacen en realidad es dejar al descubierto la esencia honesta, desbordada, exacerbada, saturada, decadente, divertida y peligrosa de los personajes. En esta pieza teatral se hace énfasis en las corporalidades extra-cotidianas, el trabajo físico y el impacto visual. La escenografía y el vestuario son un elemento clave para la propuesta, ambos están elaborados a mano y fueron el resultado de una suma de cuidadosas decisiones, teniendo en cuenta la poética elegida: el estilo kitsch, mezclado con pop art, la combinación de colores adyacentes, el expresionismo, el estilo camp y el cine de Pedro Almodóvar. Por esto mismo, se tomó como premisa respetar estas cualidades y potenciarlas, llevándolas al extremo en cada elemento que se usa en escena.
Reestreno Viernes 4 de abril – 21:00hs
Área 623
Pasco 62
CABA
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