Golpe de calor: síntomas, prevención y medidas clave ante las altas temperaturas
Con el verano en su máxima expresión, las altas temperaturas y la humedad persistente afectan a gran parte del país. El Ministerio de Salud de la Nación advierte sobre los riesgos de la ola de calor, especialmente para adultos mayores, niños menores de 5 años, personas con enfermedades crónicas, embarazadas y quienes viven en condiciones de vulnerabilidad.
Ante este contexto, el cuidado y la prevención se vuelven esenciales para evitar complicaciones graves como el golpe de calor, una emergencia médica que puede poner en riesgo la vida.
¿Qué es un golpe de calor y quiénes son más vulnerables?
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no logra regular su temperatura, superando los 37°C. Esto sucede por deshidratación, disminución de la sudoración o fallos en el centro cerebral que controla la temperatura corporal. Los grupos más afectados incluyen:
- Niños menores de 5 años, especialmente bebés.
- Adultos mayores de 65 años.
- Personas con enfermedades crónicas (cardíacas, renales o neurológicas).
- Quienes trabajan o permanecen expuestos al sol por largos períodos.
- Personas en situación de calle.
“La exposición prolongada al calor sin los cuidados adecuados puede derivar en un cuadro severo. Reconocer los primeros síntomas y actuar rápidamente es clave para evitar complicaciones graves”, señala la Dra. Valeria El Haj, directora médica Nacional de OSPEDYC.
Síntomas del golpe de calor
Los signos pueden variar entre niños y adultos mayores, aunque comparten algunos puntos comunes.
En niños:
- Fiebre alta (más de 39°C).
- Piel caliente, inicialmente húmeda, pero luego seca.
- Irritabilidad, llanto inconsolable.
- Somnolencia o debilidad extrema.
- Náuseas, vómitos y respiración acelerada.
En adultos mayores:
- Confusión o desorientación.
- Piel seca y enrojecida.
- Mareos, náuseas y vómitos.
- Fiebre alta y pulso rápido.
Medidas preventivas
La prevención es la herramienta más eficaz para evitar el golpe de calor. Algunas recomendaciones incluyen:
- Hidratación constante: Beber agua frecuentemente, incluso sin sentir sed. Evitar bebidas azucaradas o alcohólicas.
- Evitar la exposición solar: Especialmente entre las 10:00 y las 17:00.
- Vestimenta adecuada: Usar ropa clara, holgada y liviana.
- Alimentación ligera: Priorizar frutas y verduras, evitando comidas pesadas.
- Refrescar el cuerpo: Tomar baños de agua fresca y permanecer en lugares ventilados.
- Cuidado con los alimentos: Asegurar la cadena de frío y evitar el consumo de alimentos en mal estado.
Cuidado extremo con los niños en vehículos
Un tema alarmante es el riesgo de dejar niños en vehículos cerrados, incluso por pocos minutos. La temperatura dentro de un auto puede aumentar más de 10 grados en diez minutos, llevando rápidamente a un golpe de calor severo.
“Los cuerpos de los niños se calientan cinco veces más rápido que los de los adultos, lo que los hace especialmente vulnerables. Jamás se debe dejar a un niño solo dentro de un auto, aunque sea ‘por un momento’”, enfatiza El Haj.
Qué hacer ante un golpe de calor
Si se sospecha un golpe de calor, actúe de inmediato:
- Lleve a la persona a un lugar fresco y ventilado.
- Refresque su cuerpo con paños húmedos o baños de agua tibia.
- Hidrátela con agua fresca, evitando bebidas muy frías.
- Busque atención médica urgente si los síntomas no mejoran.
El calor extremo nos desafía a tomar precauciones adicionales para proteger a los más vulnerables. Las altas temperaturas pueden parecer inofensivas, pero no deben subestimarse. Con hábitos preventivos y acciones rápidas, es posible evitar tragedias y disfrutar del verano con salud y seguridad.