La historia de los refranes: «A buen puerto vas por leña»

El refrán es capcioso, parece un consejo pero no lo es. Opera más bien como un presagio, algo que ya se sabe de antemano que no va a funcionar. Aquí, por “buen puerto” debe entenderse que se está acudiendo a la persona equivocada para obtener lo que se busca.

Fuente: Télam

Deja un comentario